Pura Sánchez Cano (Béjar 1959) recibe a HOY Calamonte con una sonrisa y con una invitación a entrar en su enorme casa de la calle Iglesia. Es Pura Sánchez es discreta, hasta el punto de que mucha de la gente que pasa por delante de esta casa desconoce que habita en ella una mujer ‘de mundo’ que ha criado a sus niños.

Psicóloga, ‘coach’ (es decir, entrenadora), está dedicada a ayudar a los demás a superarse a sí misma como ella hizo. Por eso invita a las demás personas a afrontar el reto de sus vidas para alcanzar sus sueños.

La pregunta es inevitable: ¿Cómo una bejarana como usted llegó a parar a Calamonte?

Yo me he criado a caballo entre Béjar (Salamanca) y San Roque (Cádiz). Los inviernos en Béjar y los veranos en San Roque. Las dos ciudades han tenido mucha influencia en mí aunque en realidad siempre me ha tirado más el sur porque he empatizado mejor con la gente allí. En cuanto a mi llegada a Calamonte fue porque el padre de mis hijos es de aquí, y además por una necesidad y deseo de que nuestros hijos se criaran con referentes. Sobre todo, porque cuando estábamos en Andalucía, allí no teníamos familiares cercanos.

Pensamos entonces, que si nuestros hijos se criaban rodeados de abuelos y primos de alguna manera les transmitirían una cultura.

También porque teníamos una casa donde iniciar un proyecto hermoso, porque ha sido una casa muy vivida, donde siempre han entrado amigos y familiares, y actualmente sigue siendo así. Por tanto, fue una decisión importante la que nos trajo hasta Calamonte.

¿Cómo ha criado a los hijos después de asentar raíces en la localidad?

Pues tuve la fortuna de no necesitar trabajar durante la infancia de mis hijos, y esto facilitó su educación y mi posterior incorporación al mundo laboral. Yo había estudiado Económicas, pero las oportunidades laborales no me parecían atractivas para conciliar vida laboral y familiar.

Por tanto, me puse a estudiar la carrera de Psicología, que era en realidad lo que me gustaba, al tiempo que llevaba la casa. Cuando ellos estaban en el colegio, yo estudiaba.

Aunque fue una etapa dura, me propuse sacar la carrera, y pude organizar mi vida en torno a ello.

¿Qué trabajos hace actualmente después de obtener la titulación en Psicología?

Actualmente soy una ‘chica para todo’. Mis hijos ya son independientes. Así que después de hacer Psicología hice un máster de psicoterapia, terapia familiar sistémica, coaching, PNL (Programación Neurolingüística) y me voy reciclando. Además de psicoterapia, también hago procesos de entrenamiento (‘coaching’ ) para empresas, para crear equipos de alto rendimiento que generan líderes transformadores.

También trabajo para sacar mi propia formación como es el club de “A marte con 40 y más”, que es un club de empoderamiento, donde hay mujeres y hombres. Precisamente con la mujer inicié el proyecto del club “A marte con 40 y más”.

¿Qué retos considera usted que tiene la mujer de hoy?

El primer reto es despertar, y una vez que despierte, que elija el camino que quiere seguir. Aunque quizás el reto más grande que tiene la mujer, es dejar de ser perfecta. Aceptarse tal y como es, y luchar por sus sueños. Quitarse de la cabeza que tiene que ser la esposa perfecta, la madre perfecta, la trabajadora perfecta para los demás y empezar a cuidarse a sí misma, porque es la mejor manera para luego cuidar de los demás. Por eso el principal reto es despertar de ese sueño y vencer los obstáculos que se encuentran. Que son muchos, pero es verdad que socialmente hay muchos apoyos, porque ya hay mucha gente con esa perspectiva. Yo las animo a que lo hagan. Tendrán su lugar propio generado por ellas y para ellas, y así evitarán enfermedades como las depresiones, porque cuando una se cuida de sí misma, cuida su salud también. Es un reto muy positivo, y se divertirán haciéndolo. Pero ojo, esto también sirve para los hombres.

En lo que va de año, han sido asesinadas más de 20 mujeres. ¿Qué cree usted que se puede hacer para erradicar la violencia machista?

La violencia machista se erradica con educación. Pero sobre todo, se erradica con que cada persona se haga responsable de su vida y de la corresponsabilidad de la convivencia. También tenemos que desechar creencias limitantes sobre cosas que sí podemos hacer, o cosas que no podemos hacer, tanto el hombre como la mujer. Además, el hombre también es víctima de la violencia machista porque las ideas también le tienen preso de un comportamiento, que con toda seguridad, no es feliz.

Prueba de ello es que muchos luego se suicidan y toman la violencia como un recurso para su insatisfacción de vida. Pero hay que decir, que la violencia machista es fruto de la educación en la que nos hemos criado, y la forma de erradicarla es entender que tenemos los mismos derechos, que somos iguales y diferentes al mismo tiempo. Y entender que la diferencia no es mala, sino que la diferencia enriquece, y eso pasa por educación y porque cada uno se haga responsable de su vida, y empoderarse. El miedo es un factor clave, porque es el mayor generador de violencia.

Hay una palabra muy usada entre los 'Coaching'. Es la palabra 'empoderarse'. ¿Qué significa?

Empoderarse significa asumir el poder de tu vida, y para mí, asumir el poder de algo, supone responsabilizarme de lo que hago. Responsabilizarme de la persona que he elegido compartir mi vida, responsabilizarme del trabajo que tengo. Es decir, no echar balones fuera y culpar a las circunstancias, sino que empoderarse es conseguir y actuar como tú quieres a pesar de las circunstancias. Es ir a por lo que tú quieres. Es responsabilidad.

¿Hacia dónde se dirige usted en este momento de su vida?

Yo me dirijo hacia mis sueños. A mí me gustaría montar una universidad de empoderamiento, con una fundación y proyectos sociales. Quizás es un proyecto muy grande, pero camino hacia él día a día. Como puedo, reciclándome, aprendiendo y currando mucho. Me divierto haciéndolo, pero lógicamente los sueños requieren de un esfuerzo, y los sueños no son gratis. Requiere de disciplina, de organización y priorizar.

Y yo hago una pregunta al aire: ¿Cómo quieres que te recuerden en tu vida? Pues intenta comportarte como tal. Yo prefiero que me recuerden por una persona que ayudó a facilitar su sueño a otras personas. Eso es el empoderamiento, cumplir sueños.